El ring quiere contrastar el tono de voz sincero y al mismo tiempo irónico de Gabriel Ferrater y los cantos patrióticos y alegóricos de Salvador Espriu . Estos dos poetas son representados como un reflejo de ellos mismos. Espriu es el poeta nacional y todo de una se convierte en el actor que interpreta los títeres de Primera historia de Esther. Ferrater, en cambio, es un seductor sagaz y estereotipado, un galán etéreo de un film italiano en blanco-y-negro de los años 60.
Los dos son unos grandes parlanchines incorregibles. Se dirigen al público. Representan escenas de la Guerra Civil. Recitan poemas. Despotrican el uno del otro. No hay dos presencias y dos literatos y dos soles más opuestos. El solo judío y el solo romano. El mártir, "un mendigo destruido por la vida", y el sátiro, "el partidario de la felicidad", que bebe ginebra con los poetas jóvenes y les dice que ha hecho versos para enseñar a Espriu a hacer y los dice que las canciones de J. V. Foix son más realistas que las alegorías del poeta de Sinera.
El espectáculo quiere ser un homenaje a la palabra y al verso y al mismo tiempo quiere ser una mirada limpia, y divertida, de los años 60. Porque, como dice Ferrater, "Somos todos hijos del español y su mujer de siempre, que es el miedo".
Dirección y dramaturgia: Albert Roig
Actores: Dafnis Balduz (Salvador Espriu) y Jaume Madaula (Gabriel Ferrater)
Voces en off: Emma Vilarasau y Pere Arquillué